Miedo a ruidos fuertes en perros
Una de las fobias más frecuentes en perros es a ruidos intensos, como los producidos por truenos o petardos
La reacción de miedo exagerada no es adaptativa y llega a plantear un problema serio de bienestar en el animal que la padece. La prevención de la fobia es lo ideal pero, si ya ha aparecido, las terapias curativas y paliativas permiten controlarla.
El miedo es una emoción que induce una respuesta de adaptación que permite al animal evitar situaciones y actividades que podrían ser peligrosas. Para que el miedo resulte adaptativo sólo debería aparecer en aquellas circunstancias que realmente amenazan la seguridad del perro.
Sin embargo, también encontramos animales en los que la respuesta de miedo es desproporcionada frente a un estímulo concreto. En este caso estaríamos hablando de fobias. La fobia más frecuente en los perros es, probablemente, la fobia a ruidos intensos, tales como los truenos o los sonidos producidos por la explosión de petardos o similares. Las reacciones de los perros varían en intensidad, desde una ligera intranquilidad a una auténtica reacción de pánico, que incluye conductas de evitación activa, temblores, jadeo, salivación y vocalizaciones intensas .
¿Cómo prevenir la aparición de la fobia?
Para reducir la probabilidad de que los perros tengan fobia a las tormentas y a los petardos se deberían evitar las experiencias negativas durante los primeros meses de vida del cachorro. Además, conviene anticiparse y comenzar a hacer la habituación del cachorro a todos los elementos que constituyen la configuración de estímulos aversivos, tanto de las tormentas como de los petardos o fuegos artificiales.
Se trata de descomponer el evento aversivo, por ejemplo, la tormenta, en sus componentes y habituar al cachorro a los mismos.
¿Qué hacer en el caso de perros ya sensibilizados?
Existen dos estrategias frente a un problema de miedo a ruidos fuertes:
Terapias curativas
Su objetivo es erradicar la respuesta de miedo, es decir, que el perro deje de asustarse de los petardos y/o las tormentas. Para conseguirlo se aplican técnicas de desensibilización en las que se utilizan grabaciones de los sonidos aversivos. Debe advertirse al propietario que el proceso puede ser largo y complejo.
Terapias paliativas
Su objetivo no es eliminar el miedo, pero sí controlar su intensidad cuando aparece.
Conviene llevar a cabo la creación de una zona de cobijo. Como hemos comentado antes, los truenos y los petardos son estímulos que un perro difícilmente puede evitar. Una de las pocas estrategias útiles para el animal es tratar de esconderse, para así reducir la presencia e intensidad de aquello que lo asusta. El propietario debe ayudar todo lo posible a su perro a encontrar un refugio alejado de la fuente del ruido donde pueda sentirse más tranquilo. Si el propietario nota que su perro, en días de tormenta o petardos, va a esconderse, de forma natural, a alguna zona determinada puede colocar allí la cama y los juguetes del perro. También puede ayudar cerrar ventanas, bajar las persianas y poner música o encender el televisor para amortiguar el sonido que llega de fuera.
Cualquier consulta o inquietud no dude en llamarnos…
IVA Clínica veterinaria esta siempre a su disposición los 365 días del año en clínica y 24 horas en su domicilio.
Nos encontramos en villa del parque Cuenca 2231 – Capital Federal.
Nuestros teléfonos de contacto son 4503-3333/4444