Cuando el organismo utiliza los nutrientes de los alimentos para obtener energía, también produce desechos que pasan a la sangre. Los riñones actúan como un filtro que facilita la eliminación de esos compuestos a través de la orina. Si no funcionan bien, estas toxinas se acumulan en el organismo y producen una serie de daños en distintos órganos.

Los riñones también participan en el mantenimiento de unos niveles adecuados de minerales como el fosforo.

La insuficiencia renal es la incapacidad de los riñones para desempeñar sus funciones normales. Puede ser aguda, cuando el deterioro de estas funciones es rápido, o crónica cuando se produce progresivamente.

La insuficiencia renal aguda se puede producir como resultado de una intoxicación, una infección, un golpe de calor o un problema cardiaco, entre otras causas.

La insuficiencia renal crónica puede tener diferentes causas: un defecto en el riñón una insuficiencia renal aguda no tratada, cáncer, parásitos o enfermedades que afectan el sistema inmunitario.

También existen enfermedades renales congénitas, es decir, el animal nace con una alteración en sus riñones.

Aunque los cálculos o “piedras” son mas frecuentes en la vejiga, también pueden encontrarse en los riñones.

Los animales que padecen una enfermedad renal suelen presentar los siguientes síntomas:

• Orinan con más frecuencia y beben mas agua de lo habitual.
• Vómitos y diarreas.
• Deshidratación.
• Perdida de peso.
• Fatiga.

Además de administrar la medicación y dieta proporcionada por su veterinario es importante que la mascota tenga acceso a libre a agua limpia todo el día para prevenir la deshidratación; se debe evitar el estrés, los esfuerzos excesivos y los cambios bruscos de temperatura.